miércoles, 15 de diciembre de 2010

LECTURAS RECOMENDADAS


Las sirenas de Bagdad 


Un joven estudiante iraquí, mientras aguarda en el bullicioso Beirut el momento para saldar sus cuentas con el mundo, recuerda cómo la guerra le obligó a dejar sus estudios en Bagdad y regresar a su pueblo, Kafr Karam, un apacible lugar al que sólo las discusiones de café perturbaban el tedio cotidiano hasta que la guerra llamó a sus puertas. La muerte de un discapacitado mental, un misil que cae fatídicamente en los festejos de una boda y la humillación que sufre su padre durante el registro de su hogar por tropas norteamericanas impulsan al joven estudiante a vengar el deshonor. En Bagdad, deambula por una capital sumida en la ruina, la corrupción y una inseguridad ciudadana que no perdona ni a las mezquitas.

Yasmina Khadra

 

Bajo el pseudónimo de Yasmina Khadra se esconde el escritor argelino nacido en Kednasa en 1955 Mohammed Moulessehoul. Las obras de Khadra están escritas en francés. Cursó sus estudios en la Escuela Nacional de los Cadetes de la Revolución, compaginando su formación como militar, y su posterior inclusión en el ejército, con la literatura. Su primera novela, escrita a principios de 1973, no fue publicada hasta 1984. Tras seis novelas escritas con su nombre real, decide en 1989 publicar con el pseudónimo de Yasmina Khadra, fundamentalmente para poner fin a la autocensura que se había impuesto debido a la delicada situación política de su país y a su posición dentro del ejército.

En 1997 publica la que será la novela que le catapulta a la fama, Morituri. En 2000, y con el grado de comandante, abandona el ejército argelino para dedicarse por completo a la literatura. Al desvelarse su verdadera identidad y su pertenencia a unas fuerzas militares criticadas en toda Europa desemboca en polémica, especialmente en Francia, en donde Yasmina Khadra se había convertido en el paradigma de mujer civil argelina envuelta en una situación social inaceptable.



 

Las golondrinas de Kabul 

Yasmina Khadra

Un carcelero amargado que se deja llevar por la desgracia familiar, un universitario sin empleo, atrapado por la violencia retórica de los mulás, y dos mujeres a las que la realidad condena a una desesperada frustración, forman un fondo cuadrangular psicológico y literario desde el que Yasmina Khadra se adentra en el drama del integrismo islámico. En el Afganistán de los talibanes, en el que ya no se oye a las golondrinas sino sólo los graznidos de los cuervos y los aullidos de los lobos
  entre las ruinas de un Kabul lleno de mendigos y mutilados, dos parejas nadan entre el amor y el desamor; en parte marcado por la represión social y religiosa, pero
  también por las miserias, mezquindades, cobardías y desencantos vitales de unos y otros que les impide sobreponerse al destino.
  Pese al marco en el que se desarrolla la trama, Las golondrinas de Kabul es una novela con clara vocación universal, que rehuye los estereotipos en los que puede incurrir incluso alguien que, como Yasmina Khadra, ha padecido en primera persona la irracionalidad del integrismo islámico. Todas las cuestiones clave de la opresión se dan cita en Las golondrinas de Kabul; desde la banalización del mal hasta el poder aterrador del sacrificio, pasando por la histeria de las masas, las humillaciones, las ejecuciones crueles en forma de lapidación, la sombra de la muerte y, sobre todo, la soledad cuando sobreviene la tragedia. Pero siempre
  dejando un fleco a la esperanza y al ingenio humano capaz de utilizar los aditamentos de esa sociedad represiva para escapar de ella. Con una hermosa prosa descriptiva y rítmica, sacudida por latigazos literarios que fustigan la conciencia del lector, Khadra hace de Las golondrinas de Kabul una novela impactante, turbadora y memorable. Nos enseña las razones y sinrazones de la vida cotidiana en una sociedad reprimida. Nos lleva a ver ese rostro oculto tras el velo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

 EL ARTE DE ESCUCHAR LOS LATIDOS DEL CORAZÓN

JAN-PHILLIPP SENDKER

"Tin Win y Mi Mi son los protagonistas de una relación mágica. Aunque él es ciego, puede escuchar los latidos del corazón e intuir las emociones, en espercial las de Mi Mi.
La joven no puede caminar, pero él no duda en llevarla a recorrer sus paisajes preferidos. El se ha convertido en sus piernas y ella en us ojos.
En la exótica Biermania, una emotiva historia sobre el amor incondicional y la pérdida. 


Un libro muy tierno con el que vas a difrutar cada una de sus páginas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Al sur de la Frontera, al oeste del Sol

Haruki Murakami


El protagonista, Hajime, se hace amigo de Shimamoto, una compañera de clase que  siempre está enferma. Al cambiarse de colegio, se separan. Hajime va a la universidad, empieza a trabajar, se casa felizmente, tiene dos hijas, monta un exitoso club de jazz, y se reencuentra con Shimamoto. Su antigua amiga, con su belleza y su evocación de la infancia y adolescencia, pone en peligro su perfecta estructura vital. Esta premisa, no demasiado sugerente pero suficientemente atractiva, es explotada con solvencia por Murakami, pero cayendo demasiado en la reiteración de esa supuesta felicidad cotidiana de Hajime que posiblemente Shimamoto ha puesto al borde de la desintegración.
 DESPUÉS DEL BANQUETE

En Después del banquete, Yukio Mishima brinda una nueva muestra de su penetrante visión de las relaciones humanas. La novela, que gira en torno al amor y la ambición, está protagonizada por Kazu, mujer que a base de esfuerzo ha conseguido ser la propietaria de uno de los principales restaurantes de Tokio, y Noguchi, destacado político que es uno de sus más distinguidos clientes. Sometido a la sed de poder y a la complejidad de las relaciones humanas, la naturaleza del amor se verá confrontada a una revelación definitiva. 


 YUKIO MISHIMA


 De nombre Kimitake Hiraoka, se licenció en Derecho en la Universidad de Tokio, trabajando durante un año como funcionario en el Ministerio de Hacienda, dedicándose a la escritura a continuación. Apadrinado por Kawabata, publicó un relato corto en la revista Ningen, y más tarde ensayos en Kindai Bungaku. Publicó su primera novela en 1948, alcanzando inmediatamente el éxito en Japón, y ya tras su segunda novela, fue traducido en Europa y Estados Unidos, obteniendo gran reconocimiento. Amante del ejército y de las artes marciales, era un experto en Kendo, se alistó en 1967 en las Fuerzas de Autodefensa de Japón, recibiendo formación militar, lo que le permitió fundar más tarde el Tatenokai, un ejército privado al servicio del emperador, formado por jóvenes estudiantes. En la última etapa de su vida, escribió obras de gran extensión y actuó como actor en varias películas. En un intento de golpe de estado muy particular, protagonizado junto a cuatro miembros de Tatenokai, y de evidente fracaso, se suicidó por el procedimiento del seppuku, siendo decapitado por un compañero.
 LO BELLO Y LO TRISTE

 
El escritor cincuentón Oki Toshio realiza un viaje nostálgico a Kyoto para reencontrarse con la pintora Otoko, once años menor que él y que había sido su amante durante un breve tiempo cuando ella tenía quince años y él ya estaba casado y con un hijo. Precisamente, la novela de mayor éxito del escritor narra tal historia de amor y retrata al detalle la muchacha que ella fue. [BR] La mujer, que abortó a raíz del embarazo que él le provocó y pasó unos años muy difíciles, le recibe con amabilidad, todavía prendada en cierta forma de él, y acompañada de su joven e impulsiva alumna Keiko, con la que mantiene relaciones lésbicas. Ésta, que idolatra a Otoko, decide, a modo de venganza por lo que sufrió su señora, seducir tanto al escritor como al hijode éste, Taichiro, y provocar los celos y la amargura de la esposa de Toshio. [BR] Después de haberse acostado con el padre, la joven pintora se hace conducir por el joven Taichiro a un hotel al borde de un lago y le convence para ir a navegar cuando ya está demasiado oscuro como para que sea prudente hacerlo. Esa misma noche, Keiko es rescatada al borde del ahogamiento mientras que el joven desaparece. [BR] Destaca en este autor (que fue el primer premio nobel japonés) la consistencia de los personajes y la habilidad narrativa con que va desplegando su historia. Realiza, por ejemplo, un uso muy dinámico de los flash back: breves pero constantes incursiones en un pasado reciente, incluyendo momentos posteriores al inicio de la novela, que contribuyen a dar un orden muy preciso a la narración.

Yasunari Kawabata (1899-1972)
 

El escritor japonés Kawabata Yasunari, se destacó en el panorama literario del siglo XX por la delicadeza y el refinado lirismo de sus obras.
Kawabata nació en Osaka el 11 de junio de 1899. La soledad en que pasó su infancia tras la muerte de sus seres más queridos marcó profundamente su personalidad. Huérfano a los 3 años, insomne perpetuo, cineasta en su juventud, lector voraz tanto de los clásicos como de las vanguardias europeas, fue un solitario empedernido
Tras finalizar sus estudios en 1924 fundó Bungei Jidai (La Edad Artística). Fue precisamente en esa revista donde apareció, en 1926, "Izu no odoriko" ("La danzarina de Izu"), relato lleno de imágenes líricas y sugerentes, en el que se apreciaban ecos de las escrituras budistas y de los poetas medievales japoneses, que para el autor constituían "la más elevada literatura del mundo".
La soledad, la angustia ante la muerte, la búsqueda de la belleza y la atracción por la psicología femenina, expresado todo ello en un estilo simbólico y lírico, fueron temas centrales en torno a los cuales giraron Yukiguni (1948; País de nieve), Yama no oto (1949-1954; El clamor de la montaña) y Nemureru bijo (1961; Bellas adormecidas), obras de plenitud artística que lo hicieron merecedor, en 1968, del Premio Nobel de literatura.
Kawabata Yasunari se suicidó en Zushi el 16 de abril de 1972. Su obra, que él mismo definió como un intento de hallar la armonía entre el hombre, la naturaleza y el vacío, permanece entre las más altas de la narrativa del siglo XX.

martes, 19 de octubre de 2010

 EL REY DE TAORO
    HORST UDEN
Cuando llegan los castellanos a la isla de Tenerife en el año 1494, para someterla a los Reyes Católicos, clavan una cruz de madera en la tierra, y así fundan la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Su jefe, Alonso Fernández de Lugo quiere avanzar hacia el fructífero valle de Arautapala, a Taoro, donde reside el Mencey Bencomo, el más poderoso y valiente de los menceyes guanches. Bencomo y sus aliados se preparan para enfrentarse a los invasores. En un lugar, que desde entonces se llama La Matanza de Acentejo, los guanches les tienden una emboscada...
Lea la apasionante historia de las guerras y la cultura de las Islas Canarias. Los guanches, cómo vivían y cómo eran sus fiestas y sus duelos. Los conquistadores españoles y sus soldados, lo que les llevó a cruzar los océanos así como las bonitas leyendas que se cuentan en las “Islas Afortunadas"






Mapa Tenerife:
Nombres como La Matanza o La Victoria recuerdan a los hechos que ocurrieron en la  época de la conquista española.





I LA ISLA AFORTUNADA
Los guanches
"(...) En las inaccesibles cuevas del Tigaiga vivían los más valientes guerreros de los guanches, dispuestos, a una voz de mando de su príncipe, a lanzarse al campo para reducir a la obediencia a cualquier tribu insubordinada. Sus armas principales eran la piedra lanzada a mano, que siempre daba en el blanco, el hacha de combate y la aguzada lanza de madera, dura como el hierro. En el cinturón de su tamarco, una camisa de piel, llevaban la afilada tabona, un cuchillo de obsidiana que sabían manejar con destreza. Con terribles gritos de guerra se lanzaban sobre seguro contra el enemigo, hacían rodar sobre él grandes peñascos desde las laderas y eran incomparables en el combate cuerpo a cuerpo. Quien no poseía escudo alguno, sacado de la corteza del drago, se envolvía el tamarco en el brazo izquierdo y luchaba desnudo, sólo provisto de un taparrabo.
Si bien los guanches se mostraban inflexibles contra el enemigo que se les resistía, se comportaban, en cambio, noblemente con los vencidos. Los prisioneros eran curados de sus heridas, canjeados y a menudo puestos en libertad con obsequios.
No existían animales salvajes en su afortunada isla, ni la más pequeña serpiente venenosa. El único a quien temían era Guayote, el demonio, el cual moraba en el Echeyde que vomitaba fuego (Echeyde, Infierno o Teide: el Pico de Tenerife)."

LAS BRUJAS DE LA ISLA DEL VIENTO 

Las protagonistas de la novela están aquejadas de diferentes males pero con un síntoma común: el viento les ha provocado delirios y trastornos que los médicos tratan de investigar. El descubrimiento de cuál es la influencia que el viento ejerce sobre ellas, será el hallazgo que Roberto Gobea llegue a hacer. Un crimen desata la mayor de las tormentas y el desvelamiento de la verdad. Rebeca Piñeiro, Encarnación Miralles, Gabina Izquierdo, Asunción Cabrera y Natalia Bermúdez son las protagonistas de unas historias en las que la miseria, las supersticiones y el miedo convierten en brujas a mujeres maltratadas y perseguidas por la sociedad. Ellas lo creyeron así. Sólo la isla sabe la verdad.

FRAGMENTO DE UNAS LÍNEAS DEL LIBRO

lo de los malos tratos era algo que a los hijos les daba igual, ni siquiera pensaban que ella era una víctima del padre porque habían llegado a pensar que eso, incluso eso, era normal dada la actitud desquiciada de la madre que soportaba todo el maltrato sin rugir. Además, la madre era propiedad del padre y, por esa misma razón, podía hacer con ella lo que quisiese, como golpearla y humillarla sin  darle ninguna explicación y sin dar muestras de arrepentimiento; el “no era para tanto” era la respuesta común del padre tras la agresión a la que ellos se habían habituado desde niños llegando a convencerse de que era así, de que debía se así, tal como él lo decía.
Al principio lo tomaron como un juego. Pensaban que los padres jugaban a algo raro y difícil de entender; que a veces la madre se reía y ellos, desde su cuarto, oían las risas y los suspiros y algún que otro lamento que se le escapan a la madre y al padre también; otras veces gritaba sólo la madre, y cuando ellos habían ido a ver qué le pasaba ella les decía que nada, que el padre estaba jugando. Y cuando tenía sangre en la boca o en la ceja y la sangre le chorreaba el cuello de la camisa y los volantes del delantal y ya no estaba desnuda riéndose sobre la cama sino sentaba en la silla de la cocina, les decía, igual que otras veces, que no era nada, que no se preocuparan, que había sido un golpe en el friega platos, por ejemplo, que estaba abierto y ella no se había dado cuenta, que era demasiado torpe, siempre chocándose con todo.
-         papá es bueno y me quiere mucho, no os preocupéis- les decía cuando las  palizas se las daba delante de ellos que asistían, encogidos y arrinconados en la pared, al terrible holocausto de  Maria Josefa …
-         Por la buenas es buenísimo- les oían decir por teléfono a las amigas- lo que pasa es que yo también tengo la culpa con mis cosas que parecen que le sacan de quicio”

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